La inyección de recursos financieros es imprescindible para la conservación. El proyecto Golfos del SINAC, financiado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y liderado por MarViva, logró proponer seis mecanismos para la captación y transferencia de recursos económicos para la conservación de áreas marinas.

Las propuestas surgen de un intenso proceso de consulta social partiendo de dos principios: ser capaces de generar fondos suficientes para alcanzar los objetivos de conservación y que los mecanismos sean de fácil implementación. 

A la fecha, el viceministro de Aguas, Mares, Costas y Humedales, Fernando Mora, ha manifestado interés en impulsar estos instrumentos, pero es clave el apoyo legislativo y la aprobación de normativas para crear una estructura que facilite la gestión de los recursos. 

Esta estructura la hemos denominado Fondo Nacional para Pago de Servicios Ecosistémicos del Mar (FONASEMAR) y es pieza relevante para aplicar los instrumentos planteados.

¿Cuáles son estos mecanismos de cobro y distribución de fondos?

1. El cobro por emisión de desechos sólidos desincentiva la emisión de desechos y estimula su gestión integral. Se enfoca en cobrar una tarifa a la importación de resina PET para la fabricación de productos plásticos. Expectativas conservadoras prevén una recolección cercana a cuarenta mil dólares anuales.

2. La emisión de un carnet de pesca turística plantea una contribución voluntaria a grupos que se dediquen a la pesca recreativa. Escenarios moderados supondrían una recaudación anual cercana a los siete millones de dólares.

3. El canon de cobro a buques mercantes que atraquen para carga y descarga en puertos localizados en el Golfo de Nicoya y el Pacífico Sur. Este canon es un instrumento de captación de fondos, que utilizarían para inversión en la sostenibilidad de las AMUM, compensando de alguna manera los efectos negativos producidos por buques. 

4. El canon ambiental por vertidos busca desincentivar el uso irresponsable del mar utilizado para vertidos contaminantes y peligrosos. La propuesta consiste en una modificación al actual reglamento de este canon para crear un fondo que luego atienda la generación de nuevos servicios ecosistémicos o mantenga los existentes. 

Adicionalmente, se idearon otros dos mecanismos orientados a pagar por la conservación marino costera para el repoblamiento de moluscos en áreas de manglar y la reforestación de bosques de mangle, ambos afectados actualmente por la débil gestión del recurso natural.

El incentivo por conservación y manejo de organismos marino costeros, se enfoca en el repoblamiento de piangüas, y plantea que las personas que aprovechan de forma responsable el recurso reciban un beneficio a cambio de aplicar procedimientos de extracción sostenible. 

Por su parte, el incentivo por conservación y reforestación de mangle, busca transferir recursos a organizaciones que participen en la restauración de estos bosques marinos tan productivos. 

Costa Rica está ante una gran oportunidad en la conservación marino costera, estos instrumentos abren la posibilidad de que en un plazo máximo de cinco años, estas áreas cuenten con respaldo económico que les permita llevar a efecto una adecuada gestión ambiental y uso sostenible de sus recursos. Para que estos mecanismos se puedan materializar, es fundamental contar con la voluntad política para la aprobación de los mismos y creación de la normativa requerida.